Un tema controvertido ¿verdad? Os quiero hablar de ello desde mi propia experiencia. Por ello no voy a entrar a valorar los aspectos químicos de esta cuestión; formulaciones, átomos, moléculas y de más, resultan irrelevantes para este post.
Durante toda mi vida he utilizado champús con sulfatos, probablemente como la mayoría de vosotros, ya que mi elección de un champú no iba más allá de aquellos que estaban disponibles en la balda del supermercado. Nunca me planté que existiese otra posibilidad.
Los resultados no puede decirse que hayan sido dramáticos. Conservo un pelo fuerte, largo, sin excesivos problemas. Ciertamente siempre he tenido las puntas algo secas, pero era algo que más bien achacaba a mis múltiples cambios de coloración (o decoloración, en muchos casos)
Hasta aquí todo bien. Es más, vista la experiencia, os diré que no me parece tampoco un tema como para volverse loco. Mi madre, jamás se lavó el pelo con un champú sin sulfatos, mi abuela tampoco, y ninguna de las dos se ha quedado calva o tiene pelo de estropajo.
Mi aterrizaje en el mundo de los champús sin (sin sulfatos), vino de la mano de mi constante deseo de mejorar, estéticamente, en este caso. Comencé buscando en internet una solución para el encrespamiento. No tengo los pelos de Einstein, ni mucho menos, pero siempre me han fastidiado un poco esos pelos rebeldes que por mucho que los peines siempre quedan de punta. Topé con varias webs que hablaban de los sulfatos contenidos por los champús como principal fuente del encrespamiento y me dije: "oye, pues vamos a probar"
Desde entonces he estado probando champús sin sulfatos, de diferentes marcas y diferentes precios, y esto es lo que os puedo contar:
- Su uso se hace algo extraño, sobre todo al principio. Al hacer mucha menos espuma que los champús con sulfatos, te da la sensación de que el cabello no va a quedar limpio, pero esto es solo por condicionamiento. Son años asociando espuma y limpieza. Nada más lejos de la realidad.
- El encrespamiento se ha visto reducido, no obstante, siguen quedando disidentes.
- Las mejoras más notables se ven con algo de tiempo: disminución de la sequedad del cabello, e incremento de su suavidad.
Un apunte, yo antes siempre me aplicaba la mascarilla o el acondicionador por todo el pelo, de la raíz a las puntas. Usando champús sin, he dejado de aplicar estos productos en la raíz, pues de lo contrario me queda demasiado grasa.
Si tuviese que recomendar una marca, me quedaría con Alterna, pero es cierto que tiene un precio elevado.
¿Significa esto que he dejado de utilizar por completo los champús con sulfatos?
No. De hecho les he encontrado una gran utilidad, son excelentes para quitar el tinte. Normalmente cuando me tiño de castaño el pelo suele quedarme más oscuro de lo deseado, unas cuantas semanas de champú con sulfatos son suficientes para lidiar con este problema (los champús sólidos de Lush me resultan especialmente útiles para este propósito).
Mi teoría, basada en mi experiencia, es: no pasa nada por utilizar un champú con sulfatos de vez en cuando (en general esto lo aplico en todos los aspectos de mi vida, su equivalente nutricional sería, no pasa nada por comer un trozo de tarta de vez en cuando) pero para su uso continuado, me quedo con los sin.
Una advertencia, mucha gente confunde los champús naturales con champús sin sulfatos, no tiene nada que ver. Si no indica claramente "SIN SULFATOS", desconfía.
Hasta aquí el post de hoy y como siempre, estaré encantada de resolver todas vuestras dudas y escuchar vuestros comentarios. ¡Nos vemos!
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